Rafael de Regil y Socorro Romero
Una historia que comenzó hace años
Pronto me entregué a practicarlo y fui conociendo todas sus bondades, viendo la posibilidad de transmitirlas a otras personas si me convertía en instructora. Un día decidí dar el paso.
Ser instructora certificada
Hace un año realicé el primer curso de certificación (STC, Suspension Training Course). En ese momento sabía que ya podía dirigir algunas sesiones de entrenamiento TRX, pero tenía la convicción de que era necesario confrontar mi conocimiento y habilidad con los estándares de calidad que pide TRX a nivel mundial -cabe mencionar que las certificaciones que ofrece son reconocidas y válidas internacionalmente.
Fue una experiencia importante, pues me permitió conocer y valorar aspectos técnicos que a la larga son los que ayudan al bienestar de quien practica este sistema. David Rangel, senior master instructor, es un coach que en su profesionalismo se conduce con mucha exigencia, pidiendo a cada uno de los que aspira a ser certificado dar lo mejor de sí para el dominio de cada uno de los movimientos que formará parte de las sesiones de entrenamiento.
Ser instructora certificada me ha permitido marcar una diferencia, pues en las sesiones que imparto logro cuidar cada detalle en la forma en la cual los ejercitantes se desenvuelven para que logren el máximo provecho en su práctica, a partir de la situación en la que se encuentren: hay quien apenas se inicia en la actividad física, quien necesita trabajo terapéutico específico, quien ya tiene mayor habilidad... todos pueden desempeñarse según su nivel y necesidad.
Un paso adelante
Este año decidí seguir adelante en mi formación para ofrecer el servicio más profesional posible, así que me inscribí para el curso de certificación FTC (Functional Training Course). Con ello pretendía aumentar mi abanico de posibilidades al conocer el teje y maneje de los ejercicios funcionales apoyados con el sistema TRX; dominar los movimientos fundamentales y aplicarlos en circuitos de modalidades múltiples a una variedad de equipamiento de entrenamiento (Suspension Training, Rip training, pesas rusas, balones medicinales, sacos de arena, cuerdas pesadas y barras con pesas).
Se llegó el día. Nos encontramos en el lugar señalado para la certificación 12 participantes venidos de diversos lugares de la República, todos ya certificados en STC y con horas de vuelo como instructores. Muy pronto David Rangel nos dio la bienvenida y nos puso a trabajar con intensidad.
Durante la jornada practicamos los diferentes ejercicios que implican jalar, empujar, botar, realizar bisagra, sentadilla y estocada, manteniendo los estándares adecuados para la correcta movilidad e implementando uno o varios elementos adicionales que permitieran realizar los ejercicios de manera funcional. Todo esto con los fundamentos teóricos que nos permitieron entender lo que hacíamos y lo que harán nuestros practicantes en los lugares que trabajamos.
No lo puedo ocultar: fue una experiencia exhaustiva, que sacó lo mejor de nosotros mismos y por ello fue gratificante. Hoy estoy más capacitada para crear circuitos funcionales en beneficio de los asistentes a mis sesiones de TRX. De verdad estoy convencida que certificarse abre posibilidades y garantiza calidad en cada entrenamiento.
Haber alcanzado mi segunda certificación no es la última de mis acciones de formación como instructora, perteneciente a TRX México... Hay mucho más para servir mejor. En menos de un año les estaré compartiendo mi nueva actualización, en tanto estoy feliz de retarme a mí misma y poder retar a mis alumnos para que siendo más flexibles, fuertes, resistentes y contando con un mejor equilibrio puedan vivir saludable y satisfactoriamente en la realización de las actividades de su vida diaria.