Migramos, siempre migramos
Foto: Facebook Un mundo una nación |
Los humanos migramos: siempre migramos (puedes leer el siguiente texto: https://misapuntesenelcamino.blogspot.com/2018/11/yo-migro-tu-migras-todos-migramos.html. Unos en situaciones de ventaja legal, social y económica y otros en unas de gran vulnerabilidad desde cualquier punto de vista. En cualquier caso por distintos motivos dejamos nuestros lugares de origen y nos integramos en otros espacios, con personas con las cuales al paso del tiempo nosotros o nuestra descendencia tejerá una mezcla que puede estar llena de riqueza, y que seguramente no estará exenta de problemas y conflictos. El tema de la migración existe, es permanente y no podemos dejarlo de lado en ninguna de sus vertientes, mucho menos en las escuelas de todos los niveles educativos.
Una asignatura permanente para las escuelas
Un problema social no puede ser objeto de diálogo, reflexión y acción solo por la fastuosidad con la que es abordado por los medios de comunicación y el "Chismógrafo local". Su pertinencia comunicativa y educativa se debe, sino por la trascendencia que tiene para la vida humana digna.
Y es aquí donde las instituciones educativas tienen un papel importante. Las acciones de vinculación entre éstas y las comunidades son básicas para la formación actitudinal y valoral (axiológica). Muchos mexicanos migran para buscar condiciones diferentes. En algunas regiones su porcentaje es altísimo: casi cada familia tiene un miembro fuera del país.
Ante la inmediatez de estos datos, las escuelas tienen obligación de poner su granito de arena al mover a sentimientos de compasión (padecer junto con el otro) y de fomentar acciones de solidaridad para con los más vulnerables, pues sólo así podemos seguir siendo humanos. Las escuelas pueden promover acciones conjuntas con casas de migrantes, con organizaciones que trabajan en torno a esta realidad.
Ante la inmediatez de estos datos, las escuelas tienen obligación de poner su granito de arena al mover a sentimientos de compasión (padecer junto con el otro) y de fomentar acciones de solidaridad para con los más vulnerables, pues sólo así podemos seguir siendo humanos. Las escuelas pueden promover acciones conjuntas con casas de migrantes, con organizaciones que trabajan en torno a esta realidad.
Pero no basta. Los educadores han de posibilitar una reflexión seria sobre problemas como el aquí tratado, que son espinosos, porque tienen múltiples variables. Abordar esto requiere una formación más allá del sentimiento y actitud positiva, demanda exigencia académica. Es realmente bochornoso encontrar personas con estudios que emiten juicios simples, simplones, sobre asuntos tan complejos.
Foto: Facebook de Un mundo una nación |
No es necesario que haya un "tema" de migración en el programa académico para abordarlo: puede ser parte de los "homenajes a la bandera", de los periódicos murales, de las clases en las que hay invitados para hablar con los estudiantes
Papel especial juegan las universidades: pueden poner su capacidad investigativa y de difusión al servicio de las escuelas de nivel básico y medio para que la labor académica pueda ser abordada un poco más allá de los decires y haceres cotidianos.
Posiblemente los libros de texto no contemplen estos ángulos, tampoco los programas de estudio y sin embargo, allí está la realidad, implicándonos a todos y pidiéndonos respuestas lo más humanas posibles. No podrá haberlas en la indiferencia y la ignorancia y si las escuelas no asumen su papel educador: ¿cómo salir de ellas? No hay que esperar a que la SEP ponga en los programas de estudio y los materiales didácticos el tema para ser sensibles e inteligentes ante la migración y desde allí diseñar hábilmente nuestras estrategias de aprendizaje de la realidad en la cual debemos realizar el llamado a vivir lo más dignamente posible.
Cuando las personas con formación académica seamos capaces de situarnos más informada y reflexivamente ante la realidad, al tiempo que compasiva y activamente, comenzaremos a generar alternativas que tengan mejor cauce de posibilidad que decir: "pobrecitos migrantes, llévales un poquito de pan". La educación estará cumpliendo su misión de preparar para ser protagonistas de la vida que se juega con, por y para los demás encargándose del mundo en el que se vive para construir en él las mejores oportunidades de humanización posibles.
Artículo actualizado el 04 de noviembre de 2018 a partir del texto publicado Síntesis Puebla el 6 de mayo de 2010.
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