Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

sábado, 9 de noviembre de 2024

Proteger, educar, empoderar: actuar en un mundo en el que las personas acosan

 José Rafael de Regil Vélez. Si quieres conocer más del autor, haz click aquí

www.unesco.org

Era yo muy chico para los usos actuales, tal vez no tanto para la época en la que sucedió. Resulta que varias veces en primero de secundaria -en ocasiones muy cercanas la una de la otra- le pedí a mi mamá que fuera a interceder por mí a la escuela: porque el maestro de español encargaba tareas que nadie entendía, que nos hablaba burlón cuando resultaba que casi nadie llevaba la actividad de aprendizaje pedida; que si los compañeros me molestaban (venía recién llegado de la escuela rival).
        Un día, llegué molesto, ofuscado
     - Mamá, ¿puedes ir a hablar a la escuela? Es que mis compañeros me echan mucha carrilla (forma prehistórica para referirse al bullying o acoso escolar) Ella me preguntó que qué me decían y yo le dije que me decían "güera", "puta" o "bastonera".... Me dijo 
      - Ve al baño y fíjate si tienes pene y testículos o vulva...
      - Mamá, tengo pene...
     - Ve y compruébalo, porque a lo mejor como dicen tus compañeros que eres "güera" a lo mejor tienes vulva y no te habías dado cuenta... Porque ellos deben saber más que tú, que te afliges por lo que te dijeron.
     Me incomodé mucho. Ella siguió hablando:
     - Yo casi siempre te veo en casa y en las mañanas estás en la escuela: ¿a qué hora vas a trabajar vendiendo tu cuerpo? ¿Qué haces con el dinero que ganas? Porque aquí en la casa siempre pides dinero...
     Para ese momento yo ya no tenía más qué decir: yo no era lo que decían mis compañeros que eran. Pero para rematar, terminó diciendo: 
     - ¿Sabes qué sí eres? Eres un tonto... Por no saber distinguir entre lo que dicen los demás y lo que tú eres... Y eso sí me duele, porque hemos gastado mucho dinero en tu educación como para que ni siquiera sepas la diferencia entre lo que se dice y lo que se es.
     Sentenció: 
     -Así como es tonto dudar de uno por lo que dicen los demás, lo es sufrir por eso. Pero como no voy a estar contigo a cada momento que haya algo que te incomode, que te moleste, de una vez te digo que mi hijo sí puede solucionar sus problemas. Así que no, no voy a ir a hablar a tu escuela. De ahora en adelante soluciona tus problemas. Si en algo te atoras, entonces me avisas y te diré lo que pienso o te ayudaré a encontrar qué hacer, pero tú lo solucionas y debes decidir si lo harás sufriendo o haciendo oídos sordos a las cosas que no valen la pena ser escuchadas.

www.unesco.org

Educar para afrontar la convivencia

     Nunca más volvió a ir a mi escuela. Incluso cuando en la Escuela Normal (que se estudiaba después de secundaria) me dieron de baja por injustos motivos disciplinares (40 años después sigo pensando que fue injusto) mi mamá no fue a la Normal. Después de apapacharme me preguntó: ¿qué piensas hacer?
     En esa etapa de mi vida, con esa actitud de mi mamá, todo cambió para mí, porque yo tuve que tomar otra actitud para vivir frente a los conflictos, a la intolerancia, a las injusticias.
     Hoy es el día Internacional contra la violencia y el acoso en la escuela, incluido el ciberacoso. El lema propuesto para este 2024 es Proteger, educar, empoderar. Los estudiantes exigen escuelas seguras e inclusivas. Esta conmemoración fue instituida en 2019 por los estados miembros de la ONU, para llamar nuestra atención sobre uno de los factores que más dificultan la convivencia escolar -y a la larga familiar, laboral, vecinal-.
     Cuando leí en la página de la UNESCO (DÍA INTERNACIONAL) el énfasis dado en este año para esta efeméride no pude sino recordar la experiencia recién compartida. Mi mamá, con su poca escolaridad, me educó para afrontar el acoso, me ayudó a poder lidiar con mis compañeros, con sus dichos, sus bromas, sus acciones opresoras, poco humanizantes. También me dio las herramientas para denunciar, como debí hacer cuando un educador intentó abusar de mí sexualmente en otro momento de mi vida. Pero fundamentalmente me ayudó a entender la diferencia entre lo que son las cosas y las palabras que las nombran, que es algo muy poderoso.
     No pienso agotar aquí un tema tan amplio, aunque en futuros textos abordaré otros aspectos que me dan qué pensar... Pero sí quiero reparar en esa dimensión de la educación que es proteger y empoderar mediante las herramientas cognitivas y emocionales concretadas en el uso de las palabras que supone la convivencia, en la que se dicen muchas cosas ante las cuales nos permitimos sentirnos incómodos, lastimados, rebajados... y en la que se pueden decir muchas cosas que sumen a la construcción de formas de interrelación humanizantes.

El lenguaje es real, pero no es la realidad

      Las palabras son signos que creamos los humanos para comunicar nuestra experiencia y entendimiento de las cosas que existen. El lenguaje es real: existe... Como es real todo lo que de alguna manera existe, sea o no sea nombrado por alguien. 
     Los siglos XIX y XX estuvieron plagados de descubrimientos de todo tipo de cosas existentes o que habían existido. Y conforme fueron siendo descubiertas fueron siendo nombradas. Y nombrarlas nos permitió interactuar con ellas de otra forma. Porque el lenguaje es poderoso, nos da el poder interactuar con las cosas de una manera diferente que cuando no podemos nombrarlo siquiera (como cuando uno no logra nombrar la emoción que siente y que es confusa y cuando se le nombra y se aclara se vuelve manejable).
     Pero que las personas que usan lenguaje para relacionarse con la realidad cuenten con un instrumento poderoso como las palabras, no nos faculta a pensar que lo nombrado es real porque ha sido nombrado... Como diría mi mamá: que los demás digan que eres güera no hace que realmente seas güera.
     En el caso del acoso que alguien nos ayude a comprender esto es fundamental... Porque el círculo del acoso implica un generador de violencia y un receptor de ella; sí: si no hay alguien que acuse recibo se rompe el acoso, aun cuando el otro quiera seguir generando violencia. Dicho de otra forma, para que no haya acoso no se necesita únicamente que desparezcan los que dicen cosas; basta conque alguien no se compre lo que el otro dice.
     Hay que aprender a experimentar y entender quienes somos, tener claridad en ello. Hay que aprender a entender el papel que los otros juegan en la conformación de nuestra comprensión de quiénes somos. Entender nuestro ser y experimentar y saber que no depende solo de los demás, porque en mí mismo soy lo que soy nos da mucho poder... El poder de no depender solo de lo que los demás digan para construirnos la persona que somos y la que podemos ir siendo.
     En la antigua grecia los cínicos nos advertían de la heteronomía, del riesgo de abandonarnos a nosotros mismos al vaivén de lo que los otros dicen (¿Para qué andar dando tumbos estando el suelo tan parejo? Reflexiones cínicas para nuestros días). Y hoy sabemos que también tenemos que ser responsables de lo que decimos...

www.okdiario.com

Al hablar, podemos construir lo humano (no solo destruirlo)

     Porque las personas a través solo a través de las palabras podemos construir... y eso nos protege: construir formas de hablar entre nosotros, de dialogar, de dar a conocernos a los demás. Hace un par de días un acompañante educativo de la institución en la que trabajo me contaba de tres estudiantes que habían tenido un conflicto. 
     Uno de ellos estaba muy enojado por lo que los otros dos le habían dicho y querían que la institución tomara cartas en el asunto. Después de un círculo de diálogo los dos señalados entendieron por qué su amigo estaba dolido con ellos y le pidieron que los disculpara: ellos no se habían dado cuenta de que sus palabras habían producido un efecto adverso en el amigo. Y salieron de allí frescos como lechuga.
      Trabajemos contra el acoso escolar: creemos espacios experienciales y reflexivos para entender la relación entre el lenguaje y la realidad; entre el lenguaje y la convivencia... Entre el lenguaje, la convivencia y lo que somos para que las personas no sucumban ante los dichos de los demás... Y creemos espacios para dialogar y nombrar lo que sucede, sobre todo cuando lo que pasa dista de lo que podría pasar para que nos relacionemos más humanizantemente. Y demos los espacios para que el fruto del diálogo permita construir relaciones dinámicas en las que no se tiene miedo al conflicto, sino a no afrontarlo para sacar de él la posibilidad de construir lo humano.

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Síguenos en redes: