Los maestros ante las situaciones
problemáticas: la responsabilidad de potenciar sus posibilidades de crecimiento
Claudia
Tavera Cruz
Edición
y cuidado del texto: Socorro Romero Vargas
Claudia Tavera, profesora frente a grupo,
reflexiona sobre la oportunidad de crecimiento que hay en toda situación, por
oscura que parezca y sobre el papel que los profesores pueden jugar en el cambio
social. Invita a quien pueda leer este novel apunte a vivir la realidad con
amor propio y visión solidaria para que con
agradecimiento y sentido de responsabilidad, identifique algún tipo de crecimiento por pequeño que sea, en medio de la actividad que desarrolla.
Se detiene para invitar a sus colegas a que observen el privilegio que tienen al estar al frente de un grupo, para ayudar a estudiantes y padres de familia a disponer una actitud que permita la promoción del entendimiento de la realidad ante la cual vivir agradecidos invita a seguir adelante y vivir proactivamente, recorriendo los caminos de crecimiento que son diseñados en la docencia.
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LA OSCURIDAD
NO IMPIDE EL CRECIMIENTO SI ABANDONAMOS LA COMODIDAD
¡Qué agradable es pensar que podemos hacer algo por los demás!, ¡qué reconfortante es visualizar que todo puede mejorar, aunque esté obscuro el horizonte!
La
vida nos invita a aprender a verla con todo su esplendor, distinguiendo sus
luces y sus sombras, porque las sombras también le dan sentido a la vida. En
los momentos difíciles, una buena actitud ante aquello que se nos
presente, viéndolo con ojos de solución y aprendizaje, podría ser un buen
camino a elegir.
Los
seres humanos estamos invitados a responder de la mejor forma ante situaciones
desafiantes desde la profesión u oficio que desempeñemos, ya que todos somos parte de un mundo, nuestra labor cotidiana seguramente es la que
puede brindar mayor apoyo a quien lo necesite, si reflexionamos que todos
podemos contribuir a la mejora de cualquier situación para un beneficio común.
Es
importante considerar que para encargarnos de la realidad desde nuestro
horizonte, se necesita dejar la comodidad y el egoísmo.
La comodidad vista con un enfoque de bienestar, prefiere y valora la sensación de estar bien a corto plazo, evitando cualquier tipo de problema o toma de decisión, que aleje la satisfacción que trae consigo la trasformación de la realidad para el beneficio de los otros y los sentimientos más placenteros que es posible experienciar en este plano de vida humana, aquellos que, sin lugar a duda, se logran, muchas veces con incomodidad, decisión, voluntad y perseverancia.
Para
no quedarnos en la comodidad y reaccionar de la mejor forma desde el lugar
donde nos encontremos, incluyendo los roles en el hogar, creo que valdría la
pena considerar, para iniciar este camino, reflexionar constantemente qué
se puede hacer para mejorar la sociedad desde nuestra profesión y/o rol
cualquiera, para que nosotros y los demás estemos bien. Acciones concretas, por
pequeñas que puedan parecer, aunque no sean inicialmente “tan placenteras”.
Y
al abandonar la comodidad, para que la obscuridad no impida el crecimiento,
también será necesario voltear a ver cómo nos encontramos en el amor propio. Enfrentar la realidad desde el amor hacia uno mismo, purifica
las intenciones de nuestras acciones enfocadas para los demás y para el mundo
que nos tocó vivir, enfoque que posteriormente será necesario retomar. Y nos da
fortaleza para enfrentar lo que en los acontecimientos contravenga nuestros
esfuerzos y sus propósitos, porque nos permite saber que no somos nosotros quienes
fallamos, sino las cosas, situaciones y personas con quienes nos relacionamos son complejas.
LOS MAESTROS
Y LAS POSIBILIDADES DE CAMBIO
La generosa profesión del maestro, indiscutiblemente se encuentra ante una gran oportunidad y posibilidad de cambio, porque al situarse frente a grupos de personas, donde su voz e intensiones son escuchadas, pueden influir positivamente en situaciones desafiantes como la que hoy vivimos.
Para
encauzar la posibilidad de cambio mencionada -y retomando el enfoque del amor
propio-, un maestro necesariamente debe fortalecer el amor que se tiene a sí
mismo para que sus intensiones, objetivos, decisiones y acciones se encaminen
real y auténticamente al acompañamiento de sus estudiantes y padres de familia,
creando condiciones y construyendo un mejor camino para ellos. Así se rompe la
posibilidad de acción solo por beneficio propio.
Aunado
a ello, creo que los maestros se encuentran en un momento privilegiado, pero no
visto desde el ego, el poder o la comodidad, sino desde un momento de gran
oportunidad por brindarle soporte al grupo de personas que dirigen,
invitándolas de la misma manera a multiplicar una buena actitud para transformar
la realidad y enfrentar la vida como se merece: encargándonos de lo que nos carga
para hacer nuestro hoy más humanizante.
Así,
interesados en algo más que su propia comodidad, los maestros pueden desde su
labor diaria orientar a las madres y padres de familia acerca de la importancia
de seleccionar, hoy en día, la información que se consume, ya que de eso
también dependerá el estado emocional y la forma de percibir la realidad de
cada persona.
Así,
es importante que los maestros promuevan en los tutores el despertar de la
conciencia acerca de toda la información que reciben de los medios de
comunicación, ya que como se mencionó anteriormente, el entender que existen
sombras pero también luces en nuestro acontecer, ayudará a ver con mejor
claridad la realidad y responder ante ella de manera más responsable y a vivir
con un mejor equilibrio emocional.
ENTRE EL AGRADECIMIENTO Y LA ADAPTACIÓN A LA
REALIDAD
La
labor del maestro humanizante está enfocada también al fortalecimiento de
valores en la sociedad, uno de ellos, el agradecimiento. Fomentarlo permite al
ser humano sentirte en abundancia a pesar de las adversidades.
La invitación que todos tenemos de agradecer lo que somos y vivimos, deteniéndonos al menos un momento para percibir y reconocer las bendiciones que están a nuestro alrededor, distinguiendo también, de manera objetiva las situaciones confusas y desafiantes, es una oportunidad que no debemos dejar pasar.
He
aquí otra posibilidad de acción que tienen los maestros en su labor: orientar
hacia el agradecimiento, de tal forma, que fomenten en el individuo una conciencia
que le permita ver, hasta en las sombras, verdaderos aprendizajes.
El
maestro que dirige a los educandos y a sus familiares a vivir en acción de
gracias, brindará la posibilidad de experienciar un estado ligero, que permitirá
encontrar posibles soluciones para mejorar la realidad.
También será necesario fomentar un estado de adaptación, pero con un sano equilibrio,
es decir, orientar la importancia de enfrentar la realidad con una
actitud proactiva y con una visión de mejora para todos, utilizando lo que se
tiene con un enfoque hacia las necesidades, dejando de lado la queja y, a la
vez, estando conscientes de no caer en un estado de pasividad donde no existan
decisiones ni voluntad por mejorar lo que acontece.
CAMINAR
HACIA LA RESPONSABILIDAD
Una
persona consciente de que todas sus acciones tendrán impacto en otros
individuos y en la mejora o distorsión de la realidad, es aquella que se
permite entender su entorno y responder a él
de la mejor forma, y no sólo para él mismo, sino para el bien de los demás.
Una actitud responsable abarca desde hacerse cargo de lo que nos corresponde en cuanto a la realidad individual, hasta entender formamos parte de un todo y que debemos hacernos responsables del mundo que nos tocó vivir.
Y
si este valor también se fortalece en la enseñanza, los maestros estarán
generando una sociedad más capaz de transformar realidades por más duras que
parezcan.
Ahora
bien, si tú lector, no diriges a un grupo de personas dentro de tu profesión u
oficio, también te invito a fortalecer el amor propio para ayudar a los demás, a vivir desde el agradecimiento, a adaptarte sin dejar de tomar decisiones en
beneficio de todos y a fortalecer tu responsabilidad para hacerte cargo de la
realidad que te tocó vivir con un enfoque por, con y para los demás.
Veamos la situación que estamos viviendo y s las que en un futuro seguramente nos vendrán, como oportunidades de crecimiento. Pensemos que la responsabilidad también se contagia y que vivir la vida desde el amor vale la pena. ¡Experimentemos mejores condiciones de vida, por todos y para todos!
Mientras vivimos este confinamiento, si eres un estudiante, quizá puedas leer temas que te apasionen para que después los puedas compartir; si eres madre de familia, quizá te permitas mejorar la paciencia y tolerancia con tus hijos; si eres una secretaria, de verdad que bueno que puedas tener la oportunidad de ordenar archiveros que habías postergado para que cuando el confinamiento termine, puedas encontrar de manera más eficiente cualquier documento y tu trabajo sea más efectivo. El tener tiempo para llevar a cabo actividades que usualmente no realizamos, también es una bendición, si se ve con ojos de agradecimiento.
Por
otro lado, es cierto, algunos humanos elegirán el camino cómodo y de la queja,
pero no porque aquellas personas se queden estáticas, nosotros vamos a elegir
lo mismo.
Te
invito a que siempre, lo que te contagie, sea lo que te lleve a la
construcción de tu ser y a la trascendencia, y no para engrandecer el ego, sino para que tus buenas actitudes contagien, para que entre todos transformemos la realidad y
aprendamos a disfrutar de la vida.