Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

martes, 24 de noviembre de 2020

EL CUIDADO DEL BIENESTAR EMOCIONAL EN LA EDUCACIÓN

 Autor: José Antonio Brito Solís

Edición y cuidado del texto: Socorro Romero Vargas

El 2020 trajo consigo nuevas situaciones que abordar en todos los ámbitos y con ellas las personas hemos quedado expuestas al desgaste, a la fatiga, a enfrentarnos con lo verdaderamente importante de nuestras labores, e incluso de nuestras vidas.
    La educación no es la excepción. En la escuela hay fatiga y la necesidad imperante de replantearse cuestiones de fondo, esas que deberán seguir presentes incluso cuando todo vuelva a cambiar porque el coronavirus esté en control.
    José Antonio Brito Solís, autor invitado de nuestro blog, nos comparte sus reflexiones sobre la importancia de tener el bienestar emocional en el horizontes de las preocupaciones educativas.

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A casi nueve meses de entrar en confinamiento por la propagación del coronavirus nuestra capacidad natural de adaptación nos ha permitido dar respuesta a lo que se nos ha presentado; sin embargo, esta atención a lo urgente e inmediato es una solución parcial y temporal, que ayuda a transitar durante este periodo, pero no resuelve los aspectos de fondo, aquellos que proporcionan firmeza y equilibrio para caminar ante lo que estamos viviendo. Esta adaptación acelerada y de transición forzada en la educación ha llevado a que pasemos las clases presenciales a clases a distancia, donde la televisión y las computadoras han sido los canales para continuar con la enseñanza marcada en los planes de estudio.
Como medida emergente estas acciones ya han cumplido su propósito, ahora estamos ante el importante desafío de replantear el sendero que debe tomar la educación y con ello cómo prepararnos para recorrerlo, es por eso que la pregunta, en este momento no es ¿Cómo seguimos con las clases?, sino ¿Cuál es el papel de la escuela? ¿Qué tipo de escuela tenemos que ofrecer al mundo hoy? ¿Cómo preparar a profesores y alumnos para la enseñanza de esa nueva escuela? Esto nos ayudará a identificar qué prácticas en la enseñanza no presencial tenemos que implementar, que requieren habilidades y competencias específicas que no necesariamente poseemos.

Cuando la fatiga entra a nuestras vidas

Hay todo un conjunto de elementos curriculares, pedagógicos, psicológicos y de recursos tecnológicos que deben considerarse en el rediseño de la educación para que las condiciones en las que estamos sean una oportunidad distinta para aprender. Además de considerar el rol del profesor y del alumno desde una perspectiva integral, que brinde la importancia al cuidado del bienestar emocional, dado que el vertiginoso ritmo en el que nos hemos visto envueltos ha traído un cuadro de desgaste y cansancio, al que los expertos han comenzado a llamar fatiga pandémica.
El estrés surge cuando nos vemos envueltos en exceso de ocupaciones y preocupaciones que superan los recursos con los que contamos, generando un estado de tensión al que muchas veces llegamos a acostumbrarnos, hasta que empieza a afectarnos tanto física como emocionalmente. El problema es que hoy estos estados se han intensificado comenzado a rebasar el umbral que teníamos antes de la pandemia y con ello viene una fatiga mental.
"Cuanta más fatiga hay, más cansancio, agotamiento y emociones negativas o desagradables se sienten… Estamos más irritables…. Todo esto va creando más fatiga por nervios, por preocupaciones, peleas.... Además estamos más triste y más nerviosos",[1] así lo afirma el Dr. Antonio Cano, Catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Consejo General de la Psicología.
Esta fatiga es una consecuencia derivada del aislamiento, del temor al contagio, de la perdida de seres queridos y estados emocionales que han llevado al agotamiento y se manifiesta en estrés, apatía y desmotivación, por tales razones estamos viendo un relajamiento en el acatamiento de las recomendaciones que las autoridades de salud han solicitado, así como en el deseo de seguir estando informados al respecto del coronavirus.
El Director Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Dr. Hans Henri Kluge considera que es "necesario revitalizar y reactivar los esfuerzos para abordar los cambios de la COVID-19".[2], ante ello la OMS publicó el documento titulado Fatiga Pandémica: Revitalizando al público para prevenir COVID-19, donde también recomienda a los países elaborar planes de acción basados en estrategias multifactoriales.

Educadores, educandos y estabilidad emocional

En la educación los docentes juegan un papel determinante ante todo ello, ya que tienen la posibilidad de recibir manifestaciones sobre la desestabilidad emocional que presentan nuestros alumnos. Incluir unos minutos en las clases para escuchar y observar cómo nos sentimos favorece al clima de confianza que ayuda a disminuir los estados de ansiedad liberando tensiones. En ese sentido la noción de la escuela debe ahora fundarse también en un saber escuchar y saber acompañar, que dote tanto a profesores como estudiantes en habilidades para empatizar.

Esta actitud sensible debe ser parte de todos, tanto de profesores como de estudiantes para que podamos comprendernos y apoyarnos mutuamente y no caer así en la trampa de la indiferencia en la que no nos importa lo que le pasa a los demás, ni en la de la frustración que ante el miedo de no hacer lo suficiente y con la noble idea de no sacrificar la calidad de las clases integramos de actividades a los estudiantes, y por ende a nosotros mismos, queriendo alcanzar resultados en los aprendizajes que en este momento por todo el contexto no pueden ser medibles en las escalas que siempre hemos utilizado, ya que el aprendizaje no se alcanza entregando evidencias o productos, creer que un aprendizaje se limita a ello, es aceptar que las entregas son aprendizajes, pero el aprendizaje es una construcción propia de las condiciones del contexto y ocurre cuando este cobra un sentido para el alumno.

Educar en el contexto que nos ha tocado

La pandemia ha traído un alto nivel de estrés para los docentes. Ante ello la UNESCO en su reporte Trabajo Internacional sobre Docentes para la Educación 2030[3] ha publicado una serie de recomendaciones para proteger la salud mental de los profesores en estos tiempos. Entre ellas se encuentran las evaluaciones psicológicas y socioemocionales continuas a estos trabajadores, crear redes de apoyo entre ellos y brindar formación en habilidades emocionales para el manejo del estrés.
Claro es que los profesores requieren del apoyo socioemocional dada su condición como guías y apoyo para los alumnos y por impartir clases en condiciones de crisis, además ellos jugaran un papel clave durante la fase de integración a las escuelas. Serán el puente en el próximo proceso de adaptación que tendrán los alumnos cuando regresen a las aulas. 

El Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús en América Latina incluye un apartado sobre el contexto, que sitúa en un escenario realista sobre en el que se encuentran las escuelas en América Latina que en este momento nos puede también dar mucha claridad sobre la ubicación en la que estamos y así poder proyectar lo que vamos a construir, donde hay que considerar el proceso que se tendrá para el cambio de paradigmas que se hará por medio de las modificaciones al rediseño curricular y a otras transformaciones pedagógicas y de atención en las escuelas.

En las instituciones educativas de la Compañía de Jesús, ciertas estructuras rígidas inhiben las posibilidades de cambio; muchos currículos están más centrados en contenidos que en valores y competencias; existe un exagerado aprecio por lo intelectual sobre otras dimensiones y áreas que incorporen lo estético, lo lúdico, lo artístico, lo productivo y el espíritu de emprendimiento, lo contemplativo y una educación para la sensibilidad que forme personas “sensibles a todo lo que es humano”, “hombres y mujeres para los demás” y “con los demás … Aun así, es necesario un cambio de visión, de mentalidad, de actitudes y comportamiento para integrarnos en el escenario global latinoamericano, organizándonos y comunicándonos en red, para compartir recursos, comunicar experiencias y asumir como un solo cuerpo apostólico la corresponsabilidad interprovincial e internacional”.

En este periodo no podemos dar la espalda al entorno. Mantener una escuela para aprender y no para calificar no es algo fácil en esta realidad, sobretodo porque los aprendizajes no se alcanzan cuando no existe interés y motivación, y ante ello, la fuerza de nuestra vocación jugará un papel crucial.
Paulo Freire decía que, si no hay amor en el trabajo docente, no hay una docencia real, es por eso que, al integrar en nuestro repertorio de habilidades docentes, no solo deben incluirse las competencias de carácter pedagógico, también todas aquellas que hacen del ejercicio educativo una práctica humanizadora, que escucha al alumno, que lo acompaña y lo ayuda en medio de las crisis propias de su edad y que hoy se han ampliado e intensificado por la pandemia.
Es por eso que se hace importante que comprendamos a quienes en este momento experimentan desmotivación y busquemos identificar las causas, mirando desde las necesidades particulares de cada estudiante y de cada profesor. Destaquemos los aspectos positivos y beneficios que hemos alcanzado gracias a la labor conjunta, al trabajo colectivo, que haga sentir al que está en situaciones de crisis emocional que estamos con él como una familia y como una comunidad, que lo haga sentir que lo que le pasa nos importa. Ahora que estaremos trabajando en la reformulación de nuestra labor educativa, recordemos que la atención emocional en nuestras escuelas es una prioridad.



[1] García María (07/11/2020) Fatiga pandémica por el Covid: ¿cuáles son sus síntomas y cómo se supera? Diario Redacción Médica. Madrid.

[2] Redacción (23/10/2020) Consejos de la OMS para superar la "fatiga pandémica" Diario 20 minutos. Madrid

[3] Equipo Especial Internacional sobre Docentes para Educación 2030 (7 de noviembre de 2020) teachertaskforce.org/es/que-hacemos/respuestas-la-crisis-del-covid-19