Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

jueves, 25 de noviembre de 2021

Médic@s: resistencia y esperanza. Sentipensares a partir de la Covid

 Autor: José Rafael de Regil Vélez, si quieres conocer más del autor, haz click aquí


Foto: Nancy Morales
El cierre del primer quinto del siglo XX nos tomó a todos por sorpresa. Entre enero y febrero  de 2020 llegaba información confusa -para todos- de que una neumonía diferente, "rara" estaba resultando muy contagiosa en China. Poco a poco se fue sabiendo de la existencia de casos de la misma fuera de aquel país asiático.
           El 11 de marzo de ese año, "profundamente preocupada por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad y por su gravedad, y por los niveles también alarmantes de inacción, la OMS determina en su evaluación que la COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia."
          Así fue como en todo el mundo entramos en un estado desconocido, marcado por la incertidumbre, incluso el miedo. Por primera vez las generaciones que convivimos fuimos parte del detenerse de casi toda dinámica social como la habíamos conocido. Se nos pidió confinarnos, detener la actividad laboral, escolar, las visitas a amistades y las salidas sociales; como nunca, tuvimos que estar pendientes de las indicaciones de las autoridades.
         Los medios nos acercaban información sobre cómo en otros países se afrontaba la pandémica irrupción del coronavirus y su enfermedad, la Covid-19. Eso derivó en confusión, incredulidad, lo mismo que las noticias de muertes dentro y fuera de las instituciones de salud. Nos llegaron imágenes de personal médico, de enfermería, de servicios con trajes que solo existían para nosotros en las películas.
          Y sin embargo la vida continuaba. No todos podían quedarse encerrados, aislados de la enfermedad. Había que hacer frente a la Covid-19, necesitábamos seguir teniendo servicios, incluso retomar las tareas escolares que descubrimos frontalmente son más importantes en nuestra forma de vida de lo que habíamos imaginado.

Médic@s: en el liderazgo de la resistencia

www.contralacorrupción.mx
El personal de salud, con l@s médic@s a la cabeza, comenzaron y sostuvieron la resistencia, la oposición frontal al invasor. Debieron abrir diversos frentes: el de la investigación, el de la impulsión de políticas de salud pública, y sobre todo el de la atención a las víctimas de una enfermedad.
          Una vez que mandaron a casa a sus colegas de mayores niveles de vulnerabilidad por edad y comorbilidades, quienes se quedaron en los nosocomios debieron entrar en estado de urgencia permanente, reorganizarse para atender a los enfermos de covid y también para poder atender a quienes requerían servicios hospitalarios por todos los demás padecimientos que seguían existiendo y por las urgencias que la vida diaria tiene.
          Urgenciólogos, internistas en primera línea, secundados por todos los demás especialistas -en formación o ya en práctica- se armaron como pudieron y con lo que pudieron para hacer frente día a día a un invasor desconocido, caprichoso, muy diferente de aquella gripe conocida como A-H1N1 en el 2009, que solo modificó nuestra vida durante algunas semanas.
          En la mesa de diálogo que tuvimos en los Apuntes en el Camino el 27 de octubre de 2021 con las doctoras Silvia Martínez (servicio de urgencias) y Laura Gutiérrez (audióloga) y con el doctor Dante Rivera (medicina interna) del Centro Médico Issemym Ecatepec nos compartieron de cómo hubo que resistir con la información científica que fue llegando a cuenta gotas y muchas veces en forma incompleta, con los recursos sanitarios a la mano, mientras la muerte campeaba a su alrededor. La pandemia cobró la vida de pacientes que llegaban, pero también de compañeros médicos, enfermeras, camilleros, paramédicos que se contagiaron y no lograron sobrevivir.
          Resistencia es fuerza, es disposición, es solidaridad, es salir adelante, a pesar del contexto, a pesar de la muerte circundante, del propio contagio, del desgaste de atender pacientes, del miedo de contagiar a los propios.

Médic@s: en la ruta de la esperanza

La esperanza es saber que el futuro, en el que haya lugar para lo que humaniza, es posible; que pese a todo algo bueno sucede y hay espacio para que de alguna forma la vida continúe para que sigamos comprometidos en la apertura de espacios en los que de alguna manera la dignidad humana sea posible.
          Se engendra en el actuar cotidiano, que no ceja aunque todo se vea oscuro, que busca alternativas y que reconoce con agradecimiento todo aquello que aporta a la humanidad posible.
         Los tres invitados a la mesa de diálogo coincidieron en que varios factores contribuyeron  a poder salir adelante, esperanzadamente incluso: el fluir de la información científica, del conocimiento que permite ir haciendo y rehaciendo las estrategias para lidiar con  lo que atenta contra nuestros días. Más allá de la magia, de las convicciones religiosas, la ciencia ha permitido ir entendiendo al virus, su comportamiento, las secuelas. Con ella se genera la tecnología para hacer frente a sus embates, pero también a sus secuelas (como las vacunas, las medicinas antivirales en las que se trabaja).
         Los invitados fueron enfáticos: salimos adelante por el compromiso de los jóvenes, de los médicos en etapa de residencia, de los compañeros de otras áreas. Los mayores y los que tenían comorbilidades se fueron a sus casas, hubo que lidiar las batallas con quienes en su juventud demostraron arrojo, ganas, trabajo a pesar del cansancio, y sobre todo, sonrisas, alegría por el deber cumplido.
          El soporte solidario de los familiares, los amigos son fundamentales para seguir adelante en un horizonte de esperanza. Las estrategias gremiales para que los psicólogos y personal de la conducta estuvieran codo a codo brindando apoyo, compartiendo posibilidades para rehacerse en medio del estrés, el cansancio, la incertidumbre, y la tristeza que provocan sufrir en medio de un contexto amplio de sufrimiento generalizado.

Siempre hay lugar para lo humano

Foto: Laura Gutiérrez Valdez

La pandemia del coronavirus y el compromiso de muchas personas desde distintos frentes para que la vida humana pudiera continuar a pesar de los pesares nos gritan lo que en otras épocas y por diversos motivos (guerras, depresiones económicas, catástrofes naturales, por ejemplo): que siempre hay un lugar para lo humano. que la resistencia humanizante es fuente de esperanza, no ingenua, no mágica, sino realista, incluso a veces poco optimista, pero siempre presente.
           Gracias al personal de salud por su labor de resistencia, por su aporte a la construcción de la esperanza.

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Disfruta la conversación con los sentipensares ante lo vivido en la pandemia, que tuvimos el 27 de octubre. Da click en el video y te llevará al streaming de nuestra mesa de diálogo. Nuestro agradecimiento para los doctores 



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