Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

jueves, 30 de diciembre de 2021

Algo más que meros propósitos... Sugerencias para acortar el trecho entre el dicho y el hecho

Autor: José Rafael de Regil Vélez, haz click aquí


A muchos de mis conocidos, incluso a mí mismo me ha sucedido. Un día, muy posiblemente sin mayor motivo que una especie de malestar difuso, nos damos cuenta que hay algo en nuestra vida, en nuestro día a día que falta o que debería ser de otra manera: la activación física, la diversificación de actividades (que incluya la recreación), el manejo del sueño, retomar el contacto con la familia, los amigos o la naturaleza... Tal vez querramos poner en orden nuestras finanzas o hacer un viaje, de esos que deseamos una y otra vez...
         Los cumpleaños, los aniversarios y las celebraciones del fin de año y año nuevo son propicias para que tengamos sentipensares de cambio, de mejora, de mayor bienestar o mejor bien ser. Y en nuestra cabeza se engendran propósitos para nuestra vida. Célebres son los que hacemos para el año nuevo y de ello dan cuenta los gimnasios, que a pesar de la cuesta de enero, reciben mensualidades e inscripciones de quienes quieren comenzar bien una nueva temporada.

Algo más que meros propósitos

El mecanismo lo conocemos: deseamos algo y nos proponemos tenerlo o lograrlo. Y con lo que ha estado rondando en nuestra cabeza nos lanzamos con todo... Y al cabo del tiempo pocos son los que ven adecuadamente coronado su esfuerzo. Los simples mortales simplemente o abandonamos nuestras aspiraciones originales o volvemos a ellas en una especie de actuar temerario que arriesga con volver a toparse con pared.
          Yo no soy experto en el tema, pero sí me gustaría compartir lo que con muchos he conversado y es que he descubierto a lo largo de la vida que para lograr concretar nuestros deseos se requiere algo más que meros propósitos, por buenos y geniales que sean.
          En este apunte pongo sobre la mesa una forma de actuar a la cual me ha ayudado una agenda (también le llaman planner).
Para avanzar: aclarar y diseñar 
Desde hace tiempo he buscado sugerencias y dispositivos que me ayuden a ordenar y dar el paso del dicho al hecho. De joven me auxilié de la agenda Quo Vadis para mantenerme al día en compromisos y horarios y con la llegada de las PDA (dispositivos de asistencia personal, que se parecían a los actuales smarphones), los teléfonos inteligentes y las computadoras personales utilicé aplicaciones de ofimática, como pocket informant. 
           Poco a poco experimenté la necesidad de regresar al papel... la conexión mano, tinta, grafías y cerebro me ayudan a relacionarme mejor con lo que intento plasmar. Me puse a buscar no solo "agendas", sino un sistema de planeación. Me topé con los productos que han diseñado un grupo de letones bajo una marca a la que llaman Clever Fox. Su sistema me parece que ayuda a hacer algo más que propósitos.  Este sistema, cuyo nombre en castellano sería "zorro inteligente" es muy conciso y es posible valerse de él con cualquier cuaderno, incluso con cualquier software como word.
         El enfoque es claro: no se trata de "ser más productivos" sino de equilibrar nuestra vida y ponerla en acciones concretas en el tiempo y el espacio. Poner en la mente y el corazón la visión de cómo queremos vivir, diseñar el camino para hacerlo, ponerlo en el tiempo (días, semanas y mes) para poder volver a él una y otra vez.

Regalarse un tiempo para aprovechar el tiempo


Si se quiere sobrepasar la frontera de pensar "me gustaría hacer tal o tener tal" será oportuno regalarse un tiempo, en diversos momentos. Para arrancar bastará un par de horas, con instrumentos de escritura a la mano (yo poco a poco he regresado al mundo de los bolígrafos de gel de colores).

         
 Para avanzar hacia los propósitos puede ser bueno seguir esta ruta:
  1.  Abordar los aspectos generales y orientadores de la vida:
    1. Preguntarse: ¿cómo me veo en la vida que quiero? Un año es un tiempo máximo para verse en un futuro manejable. Se puede responder con dibujos, con párrafos redactados o con organizadores lógicos como los mapas mentales, esquemas. Habrá que volver a esto para no perder la brújula.
    2. Conviene escribir aquello de lo que estamos agradecidos y que nos motiva para dar los pasos que queremos en línea de mejor o continuidad de lo que somo so hacemos.
    3. Darse un tiempo para escribir lo que nos apasiona, las habilidades y hábitos que queremos mejorar o adoptar.
  2. El primer paso de la ruta nos ayuda a tener en la mira de la inteligencia y el corazón la vida que queremos, que apreciamos. Así que hay que avanzar para concretar lo que haremos:
    1. Definir dos o tres metas que podríamos alcanzar en las distintas facetas de la vida durante el periodo de tiempo elegido. Salud, trabajo y crecimiento profesional, familia y amigos, relaciones interpersonales, finanzas, desarrollo personal, recreación, crecimiento espiritual. Tendremos un gran listado de propósitos de entre los cuales podremos seleccionar aquellos que realizaremos.
    2. Seleccionar las dos o tres metas que consideremos prioritarias, bien sea por su urgencia o por nuestros gustos personales. Hay que escribirlos de manera muy concreta: al final de tanto tiempo estaré así o habré hecho esto. Te ayudará señalar por qué te parece lo suficientemente importante como para trabajar en ello.
  3. Haz un esquema o mapa mental en el que puedas definir los pasos que deberías dar para llegar a tus metas: qué, cuándo y cómo, serían las preguntas adecuadas. En este momento es importante que tengas claro cómo sabrás si llegaste o no a la conquista de la etapa (en lenguaje más técnico: que sepas cómo evaluarás tu logro).
  4. Coloca eso en el tiempo: qué harás en el mes uno, qué en cada semana de ese mes. Y así en cada mes y semana. A eso se le llama programación: de todos los pasos que debo dar para llegar al lugar (situación, relación, adquisición, etc) que deseo.
Al final de esas horas estaremos en condiciones de comenzar con mayor seguridad y mejor estrategia el camino que nos permita ir más allá de los propósitos para llegar, precisamente, al cumplimiento de los propósitos y que no nos suceda que "de buenas intenciones (no cumplidas) está lleno el infierno", como decían nuestros mayores.

Sentipensar nuestra visión y acciones

Diseñar un camino es importante, pero no es lo único. Hay que actuar y volver una y otra vez sobre lo que se hace, comparándolo con lo que en un principio supusimos que deberíamos hacer.
         Es la etapa del seguimiento. Esta parece al principio no tan importante, lo tenemos fresco en la cabeza... Pero conforme pasen los días todo se irá haciendo confuso. Por ello es sugerible:
  • Al inicio del mes volver a nuestras metas y los pasos que suponemos que hay que hacer. Evaluar qué se logró, qué no se logró y no importa y qué no se logró y sí importa. Esto permite continuar en la estrategia o modificarla.
  • Los pasos del mes hay que asignarlos a las semanas para valorar lo que se hizo en la anterior y lo que deberá hacerse en la siguiente, siempre en la misma lógica de continuidad y mejora.
  • Y, aunque parezca excesivo, que no lo es, conviene regalarse un rato cada noche para verificar si se ha hecho el camino.
Este estar volviendo a las metas, a los pasos, a las acciones nos permite tener en la cabeza y el corazón lo que queremos para estar bien, para ser bien, para relacionarnos bien y que nuestra vida no se estanque y que avance, pero con nosotros en ella; pues de todos modos avanzará y es muy posible que terminemos volviéndonos espectadores de días y días que pasan hasta que en la siguiente fecha importante reconozcamos que no supimos ser también protagonistas.
         Algo más que meros propósitos para la vida... Darnos la oportunidad de interactuar con nosotros, con nuestra realidad y con el mundo para sentirnos más en el crecimiento integral de quienes somos de cara a quienes queremos y podemos ser. Aquí, como en otras áreas de la existencia humana, conviene recordar que el que quiere el fin (propósitos), establece los medios y después dialoga creativamente con la vida para hacer, rehacer, deshacer sintiéndonos más nosotros, porque la libertad, esa que nos hace diferentes a cualquier otro ser, incluso a cualquier otra persona, es un regalo, pero también es una encomienda. Responder a ella da satisfacción, pero también abre posibilidades a siempre tener algo que hacer para vivir más humana y humanizantemente.

**************************

Síguenos en redes: