Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

sábado, 11 de septiembre de 2021

Mexicanicemos al mundo

Autor: José Rafael de Regil Vélez. Si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí

¿Mexicanicemos al mundo?


Septiembre: mes patrio, lleno de símbolos de nuestra mexicanidad. La aparición de motivos alusivos, memes incluidos, me hizo recordar un artículo que escribí hace tiempo.
           Lo comenzaba aludiendo a la nota diplomática que en febrero de 2015 la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro país envió al Vaticano porque Francisco, su jefe de Estado, comentó a un amigo en una misiva personal -que fue filtrada a los medios haciéndose pública- que en la situación que en aquel entonces atravesaba su natal Argentina, el país austral estaba “a tiempo de evitar la mexicanización”, refiriéndose al problema del narcotráfico en el país, que hasta la fecha sigue impactándonos con muerte, corrupción, cierto grado de descomposición social. La del Pontífice ha sido una desafortunada expresión que muestra una aspecto de  la realidad violenta que vivíamos entonces y que todavía vivimos los mexicanos. Comentarios en las redes sociales fueron y vinieron.


La nota me hizo recordar el final de los años 80, cuando viví en Medellín. En ese entonces los medios de comunicación –generalmente de memoria corta- utilizaban la expresión “colombianización” para expresar una situación de descomposición social derivada del narcotráfico y los múltiples focos de violencia que había en el país andino-caribeño: autodefensas, guerrilleros, ejército, policía.
Pero ese no es hoy mi punto, sino lo que sucedía cuando los colombianos se enteraban de mi nacionalidad: les causaba gran emoción. En Medellín había salas de cine especializadas en películas mexicanas, estaciones de radio dedicadas totalmente a nuestra música. México –y sus ciudadanos- éramos muy queridos por nuestro arte, por nuestra cultura, por nuestro aporte político, social y económico a la región latinoamericana.

¡Mexicanicemos al mundo!

Yo creo que sí debemos mexicanizar al mundo, puesto que somos mucho más que los problemas que aparecen a diario en los medios de comunicación y las redes sociales: la violencia desatada por una delincuencia cuya relación con el resto de la sociedad es imprecisa, pero no necesariamente sana, la corrupción, la misoginia, la violencia doméstica, la politiquería de cuarta con la cual se afrontan los desafíos sociopolíticos de nuestro tiempo.
La revisión de los medios de unos cinco años a la fecha nos permite ver un panorama de triunfos en concursos y reconocimientos internacionales que han recibido estudiantes mexicanos en robótica, informática, ingeniería y construcción, química, física, biología, matemáticas, geografía. Detrás de cada uno de ellos hay un esfuerzo real de mejora de condiciones de vida hecho por padres de familia (la educación de los hijos en cualquier sistema educativo es muy caro), profesores que los acompañan en su proceso formativo, directivos escolares que los apoyaron, academias de ciencias que convocan, que organizan.
En México muchas mujeres y muchos hombres están fuertemente comprometidos con la promoción y defensa de los derechos humanos, de la igualdad en diversos sentidos, del apoyo a migrantes, de vigilar el cumplimiento de las autoridades en materia de competitividad, de transparencia, de resultados educativos.
Tenemos organizaciones no gubernamentales de reconocido prestigio nacional e internacional por su compromiso y su preocupación por los problemas que nos atañen a todos, pero que ellos asumen como una misión especial, que bien vale la pena.
En nuestro país hay periodistas que se juegan la vida por informar, por acercar a todos nosotros la realidad que muchas veces queda enterrada para que no pueda ser conocida. Su labor es un esfuerzo enorme de participación ciudadana y política en los asuntos que requerimos para seguir caminando como país. Me atrevo solo como botón de muestra a Julio Scherer, Vicente Leñero, Alejandra Xanic von Bertrab y Narciso Contreras, (quienes ganaron en 2013 el premio Pulitzer, la primera por la coautoría que desenmascaró las acciones corruptas ligadas a la expansión de Wal Mart en México y el segundo por sus imágenes sobre las realidades sociales en nuestro país), Lydia Cacho. La lista de profesionales de la información y la comunicación destacados por diversos motivos positivos.
En el arte: dibujo, pintura, danza, cine, teatro tienen grandes obras y no menores representantes. En los años recientes cierta visión de cine ha trascendido en directores, actores, productores, actores y actrices premiados en diversos festivales internacionales: Cannes, el premio de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, Berlín, Lima y más.
No abundo, pero podríamos hablar de muchísimas cosas mexicanas importantes en ámbitos como la artesanía, el folklore, la gastronomía, los paisajes, la flora y la fauna endémicas. Incluso hay cosas destacadas en materia de relaciones exteriores, políticas públicas como las de salud, legislaciones como la laboral o el derecho civil.
En México tenemos personas y cosas que aportan con su ser y su actuar a la humanidad entera.

Mexicanizar al mundo y mundanizar México

Estoy convencido de que no hay que tener miedo a mexicanizar el mundo, porque como he dicho tenemos cosas mexicanas por demás humanizantes, que suman a la búsqueda de la humanización posible allí donde se quiera apostar por las mujeres y los hombres.                
              Mexicanizar al mundo significa vernos más allá de nosotros y nuestras situaciones cotidianas, quiere decir apertura. Y quien se mantiene abierto permite que en correspondencia otro le aporten para seguir creciendo como persona, cultura, país.
No hay que tener miedo a que nos estigmaticen, sino a la cerrazón que no da y recibe todo aquello que suma para una vida un poco más humana cada día, hay que temer a la mexicanidad entendida como nacionalismo empecinado en exaltar lo nuestro de manera sentimentalista y acrítica, autocomplaciente.
Los ciudadanos -y nuestras instituciones- tenemos en nuestras manos potenciar lo profundamente humanizante de nuestra patria y llevarlo a los lugares que vayamos... a estar alertas frente a lo deshumanizante que también existe en nuestra historia, en nuestro aquí y ahora, para transformarlo. 
Y también tenemos la oportunidad de acoger lo que del mundo nos aporte. Mundanizar México es ser capaces de tomar de otras culturas elementos humanizantes, que nos permitan remontar aquellos aspectos de nuestra mexicanidad que no necesariamente posibilitan lo humano, la justicia, la dignidad. Hay que andar la vida con la mente y el corazón abiertos para permitir el fluir de influencias culturales que apunten a un mundo mejor que el que nos fue entregado.
Y somos afortunados de vivir una época en la cual por diversos factores y medios hoy es más fácil el intercambio de lo que sostiene nuestra apuesta por lo humano. Mexicanizar al mundo, mundanizar México: buena forma de vivir el mes patrio en apertura permanentemente humanizante.

Publicado en Síntesis Tlaxcala, el 5 de marzo de 2015. Reelaborado el 04 de septiembre de 2019. Última actualización 11 de septiembre de 2021.