Este texto pertenece a la tetralogía "Retos y desafíos de la mujer educadora". El título corresponde al de una conferencia que di en Tlaxco, Tlax., con ocasión del Día Internacional de la Mujer del 2015 y que inspira las ideas que presento. Debo decir que las reflexiones aunque tienen una mención especial de las mujeres educadoras, en realidad atañen a todo educador, formal o no formal.
En el primer texto abordé una idea que me parece importante: hoy quien educa ha de formar personas sexualmente integradas
LA NECESIDAD DE LA PAZ
No cabe duda: vivimos en un mundo donde las condiciones para una existencia digna son adversas. La nuestra es una realidad en la que convivimos cotidianamente con lo violento. Que las cosas sean diferentes no sucede solo, ni por acto de magia o mera invocación a lo divino. Requiere que las mujeres y los hombres nos involucremos en construir una y otra vez una Casa Común en la que quepamos bien todos los seres del planeta.
La persona pacífica es proactiva. Está comprometida consigo, con los demás -en especial los próximos y entre ellos los menos favorecidos- con el mundo que le tocó vivir.
De igual manera aprecia y apoya la existencia de infraestructura de comunicación, de transporte, de sanidad. Entiende que para que haya comunión y progreso debe haber información y expresión. Rechaza que los aparatos institucionales y empresariales estén por encima del valor de las personas y vigila que no haya abusos de autoridad. En el empeño de la construcción de la paz privilegia la mediación en la solución de conflictos que los abusos de poder.
Como se ve, la paz implica todas las dimensiones de la persona, debe ser entendida y vivida más como un proceso que como un estado alcanzado de una vez y para siempre... Es una vocación que surge de lo más profundo que lo somos y también es una tarea que abarca la forma misma en la que decidimos vivir día a día.
Como se ve, la paz implica todas las dimensiones de la persona, debe ser entendida y vivida más como un proceso que como un estado alcanzado de una vez y para siempre... Es una vocación que surge de lo más profundo que lo somos y también es una tarea que abarca la forma misma en la que decidimos vivir día a día.
EDUCAR EN LA PAZ PARA LA PAZ
Una faceta siempre importante, pero especialmente pertinente en nuestros días, tiene que ver con el aprendizaje en los distintos ámbitos en los que nos desenvolvemos de la solución pacífica de conflictos. Se trata de abordar los desacuerdos que la vivencia cotidiana provoca y que hay que convertir en concuerdos. Eso supone un manejo asertivo de emociones, la capacidad de entender, juzgar, deliberar, pensar desde los otros, desde la realidad y desde lo que uno mismo siente y entiende.
Este territorio es inédito para muchos de nosotros. Los padres de familia no han sido formado para ellos, tampoco los normalistas o los educadores que se han formado en la marcha, todos tenemos que entrar en este proceso formativo.
Un tercer aspecto -de los muchos que esta temática involucra- que me parece pertinente es formar a las personas para que sean divulgadores de lo pacífico. Que compartan comunicando las acciones que sí logran, ser reporteros de buenas noticias... Y es que lo violento es sutil, pero también puede ser aparatoso, mover el morbo, la "comidilla de las conversaciones" en los lugares en los que nos relacionamos. Y de tanto escuchar que la paz no es posible, de verdad la vivimos como un imposible. El mecanismo inverso provoca el efecto inverso, pero hay que estar formados para encontrar los signos, las semillas de la paz y para saber compartirlas... Nos hace falta estar formados en ser reporteros especializados en las buenas noticias que apuestan por la paz (https://misapuntesenelcamino.blogspot.com/2019/01/necesitamos-reporteros-especializados.html).
Actualmente abundan los materiales pedagógicos para dar estos pasos. Cada milímetro que se avance es el abono de una cuota real de humanidad digna. El desafío, el reto está allí, hay que formarse como educadoras y educadores para encararlo sin esperar recetas y fórmulas mágicas. Es posible, tiene que ser posible.
Publicado en Síntesis, Tlaxcala, el viernes 20 de marzo de 2015, en la columna Palabras que humanizan. Actualizado el 06 de marzo de 2020.