Autor: José Rafael de Regil Vélez. Si quieres conocer más del autor, haz click aquí
Liderazgo transformador... ¿moda de los que hablan y reflexionan de administración, de recursos humanos o capacitación profesional? Creo que no; creo que es una expresión en la que confluyen conceptos devenidos de experiencias que nos dan luces para la vida laboral, pero no menos para la personal y la social que tenemos.
Si no nos encargamos... ¡nos carga!
Es un hecho... los humanos somos de una manera muy particular, exlusivamente humana: nacemos como proyecto, siendo prácticamente nadie pero llamados a ser alguien que se crea a sí mismo en interacción con los demás con quienes respondemos a los desafíos de una realidad que nos carga, pero de la cual tenemos que encargarnos.
Por los demás comenzamos a desatar los dinamismos que nos humanizan: solidaridad, afectividad, criticidad, creatividad, libertad y apertura a la trascendencia. Con ellos y para ellos resolvemos los desafíos que la realidad nos propone.
Es en la relacionalidad, en la interacción que nos damos a la tarea de "ser mejores nosotros mismos", nos descubrimos necesitados de integración bio-psíquica, de estilos de vida saludables; es en la comunión que generamos espacios para la convivencia pacífica (https://misapuntesenelcamino.blogspot.com/2022/01/de-que-hablamos-cuando-decimos-paz.html), que construimos sentidos de vida trascendentes que nos permiten comprometernos con la vida humana ahora y más allá de ella (https://misapuntesenelcamino.blogspot.com/2022/02/dos-muertes-condicionan-la-apertura-del.html).
En la inmovilidad estamos condenados a no ser nosotros mismos, a que el mundo nos cargue, que la enfermedad nos devore, que las relaciones sociales inadecuadas nos opriman, que los sistemas políticos y económicos nos fagociten.
Ser humanos, ser libres es ser capaces de decidir lo que nos construye como personas, lo que nos permite resolver lo mejor posible la forma de crear condiciones materiales y espirituales de existencia en las que seamos las personas mejor integradas multirrelacionalmente que podamos ser.
Liderazgo transformador... ¿con qué se come?
Es en esta consideración que la propuesta del liderazgo transformador puede resultar oportuna. Me explico.
Solo se puede ser humano (dicho está ya) en la interacción por, con y para los demás, que solo es posible en el intercambio de influencia. Cada uno de nosotros intenta de una forma u otra influir en los demás para lograr cosas que considera importantes, aunque sea de manera prereflexiva. El bebé trata de influir en sus padres para lograr comer, o para sentirse cómodo cuando le molesta un pañal sucio o ropita poco caliente; los padres influyen en los hijos para lograr de ellos conductas que consideran adecuadas para los valores que tienen.
El ejercicio consciente e intencionado de la influencia es denominado habitualmente liderazgo. El líder es una persona que logra influir para el logro de propósitos que pueden ser de beneficio para las personas con quienes interactua y a las que quiere sumar a sus propuestas, esperando una respuesta específica.
Cuando el liderazgo apunta al bien común da el primer paso para resolver la situación antropológica que señalé al principio de este artículo. Pero no es suficiente buscar el bien común, hay que interactuar adecuamente con los desafíos que supone avanzar hacia aquello que nos beneficia a todos porque nos ayuda a ser y estar más dignamente como personas.
El liderazgo que apunta a la adaptación a las condiciones reales que humanizan y a la transformación de las que no humanizan o no lo hacen suficientemente lo llamamos transformador, o tranformacional.
Así, los equipos en los que existe liderazgo transformador (en realidad no de una sola persona, sino del conjunto en el que se articulan distintas capacidades de influir y de resolver desafíos reales) se crean mejores condiciones para la vivencia de la dignidad: en el trabajo, en las familias, en las escuelas, en el barrio, la colonia; incluso en la ciudad o la región, el país y en procesos transnacionales.
¿Los líderes transformadores se forman?
¿El liderazgo transformador es la mera resultante de un conjunto de cualidades personales que nos hacen ser los caudillos que los "súbditos" necesitan?
Ante la disyuntiva sobre si los líderes transformadores nacen o se hacen, me atrevo a afirmar vehementemente: se forman, siempre y cuando si las instituciones formativas (familia, escuela, movimientos de educación no formal) tiene claro que su función es crear condiciones para que las personas descubramos las herramientas con las que contamos para entendernos, sentirnos, pensarnos e imaginarnos como personas y construirnos tales; para entender los procesos de interacción para caminar en comunión y corresponsabilidad en la tarea de responder a los desafíos de la realidad...
Entendidas así las cosas, cuando la finalidad está no en la acreditación, calificación y certificación de estudios; sino en la posiblidad de responder a la triple tarea de personalización, socialización y mundanización, la formación se orienta a mujeres y hombres compasivos, conscientes, competentes y comprometidos para que este mundo sea más humanizante (https://misapuntesenelcamino.blogspot.com/2020/06/las-cuatro-c-de-una-educacion.html). Un desafío educativo, en el que unos compartimos con otros la humanidad posible, que bien vale la pena.
Comparto aquí el video de un diálogo que tuve con Carolina Reyes y Alejandro Martínez sobre la pertinencia del liderazgo transformador y los desafíos educativos que se enfrentan para pasar del dicho al hecho en la propuesta formativa de mujeres y hombres capaces por, con y para los demás, para interactuar en el mundo que les ha tocado vivir.
Si quieres ver nuestra conversación, haz click en la imagen correspondiente, que te llevará a la videograbación.
**************************
Síguenos en redes:
Facebook: Apuntes en el Camino - RR | Facebook
You tube: Apuntes en el camino RR - YouTube
Twitter: apuntesenelcaminorr