Y sí, la vida me va a pasar factura, pero esto no es tan terrible como el tono de voz de mis interlocutores pareciera vaticinar.
Habrá una factura que llevará lo que he vivido. Y eso, realmente ha sido bueno. Cualquier cobro al respecto será justo porque he desquitado la mercancía y el servicio prestado. Pagaré con gusto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario