Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

jueves, 24 de marzo de 2022

¿Y si irrumpe la metanoia? Tradición, apuesta y posibilidades humanizantes de vida

José Rafael de Regil Vélez. Si quieres conocer más del autor, haz click aquí

www.catholic.net

La Cuaresma es un tiempo diferente. Desgraciadamente a su nombre le ha pasado lo que sucede con muchas palabras: con el tiempo se ha vuelto rancio, su sabor se ha tornado incluso desagradable: porque sabe a prácticas sin sentido, a acciones desagradables, inútiles para nuestra vida diaria.
          Sin embargo, estoy convencido que la cuaresma porta un mensaje que puede ser de suma vigencia para nuestros días, más allá de nuestro credo religioso o de compromiso humano.

Un antes y un después

Muchas veces, sin que nosotros lo busquemos directamente, ocurre que una palabra, un  texto, una canción, un conversación, una acción e irrumpe en nosotros una visión de la vida, del compromiso de ser más por, con y para los demás para humanizarnos al humanizar del mundo, que se vuelve un antes y un después.
           No tiene que ser algo estrepitoso... Puede coincidir con lo que Karl Jaspers nos ayudó a nombrar como situaciones límites, esas que nos muestran que más allá de ellas no hay vida, al menos no como las hemos vivido: sufrimiento, fracaso, muerte, culpabilidad, lucha. Puede que simplemente ocurra.
          Ocurre la meta-noia. Meta… ¿qué? Metanoia. Esta es una palabra griega que nos suena lejana en español, pero que tenerla presente nos pueda dar mucha luz sobre la vida que tenemos y la que estamos invitados a tener para ser más humanos; sobre la forma como nos relacionamos con nosotros mismos, con las personas y con el mundo que nos tocó vivir y la forma en la que queremos establecer nuestras relaciones para ser más justos, fraternos, solidarios, incluyentes.
              Meta quiere decir más allá y Nous significa mente. Meta-Nous, metanoia significa ir más allá en la mente, en la forma en la que vemos y valoramos y desde la cual orientamos nuestra vida. 
            La metanoia no es algo que nos propongamos. Es algo que se presenta en nuestra vida, que nos sacude, que nos introduce en una situación de "antes y después"... Pero si este momento de "revelación" no está del todo en nuestras manos, ¿podemos hacer algo al respecto?

Apertura y estructura para cuando irrumpa la metanoia



El humus, que integra tierra y materia orgánica, dispone el terreno para la vida, lo airea, lo pone a punto para que si llega la semilla, tenga condiciones de fertilidad.
          Cuando era pequeño mi mamá me decía que los días anteriores a las vacaciones de semana santa eran especiales. En su estilo sencillo me invitaba a hacer una “evaluación” de mi vida: ver cómo me comportaba con ella, mi papá y hermanos; con mis compañeros de escuela, amigos y familiares. De su mano revisaba mis responsabilidades y las cosas que deberían ser importantes para que yo fuera un mejor muchacho. Tal vez ella no lo sabía, pero con eso me invitaba a la creación de condiciones para la metanoia.
          La antiquísima tradición de la cuaresma, con la que he comenzado esta reflexión, porta la experiencia de mujeres y hombres que descubrieron que el vivir humanizante requiere al menos dos cosas: apertura y estructura.
          En la vida cotidiana hay muchísimos estímulos que impactan nuestros sentidos, que se agolpan en nuestra memoria, en nuestra imaginación, incluso en nuestros razonamientos. Nos instalamos en la velocidad de la vida, de las respuestas que hay que dar a lo inmediato, a lo que consume nuestros esfuerzos. 
            Y de repente hacer un alto, reconocer que vamos perdiendo apertura para que algo más aparezca en nuestros días nos viene bien: escuchar más a las personas y sus testimonios humanizantes y a los acontecimientos en los que aparece la humanidad posible; palpar a quienes se relacionan con nosotros y desde el tacto abrirnos a la compasión que nos muestra lo humano en toda la fuerza de su interpelación... y la realidad, regalarnos espacios para lo profundo, para la contemplación, para mirar con mente y corazón las acciones que humanizan, para sentirnos desafiado ante los límites de la vida para recuperar la vida... 
          Cultivar apertura a la vida es algo que sí está en nuestras manos; lo mismo que crear la estructura para dar el paso al después al que invita la metanoia. 
            Repensar nuestros hábitos, reformular nuestras relaciones, asumir nuevos retos, establecer propósitos para dejar atrás nuestra manera de vivir y relacionarnos que está orientada a las cosas, se finca en el egoísmo, en las cosas inmediatas; excluye a los demás para favorecernos a nosotros mismos. Si bien nuestro yo se afianza, el resto del mundo se debilita, porque con ello crecen la injusticia, la mentira, la insatisfacción, aumenta la brecha entre los muy pocos ricos y el cada vez mayor número de pobres. 
            En la fraternidad que busca justicia, en el diálogo y el apoyo mutuo podemos generar formas de vida -reales, por pequeñas que sean- para afrontar lo que el compromiso humanizante nos requiera.
            Miles de años de experiencia nos muestran que es buena apuesta apostar por la apertura y la estructura, darnos tiempos específicos para mirarnos y mirar la vida, para hacer caso a las irrupciones que nos sacuden.

De la semilla al árbol


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           Hoy tengo cuarenta años más y entiendo que la invitación de mi mamá es muy valiosa, porque en los días previos a las vacaciones de semana santa puedo mirar mi Nous e ir más allá de él. Puedo darme la oportunidad de regalarme espacios, tiempos, conversaciones que rompan la vertiginosidad de mi vida y mirar cómo hoy vivo las consecuencias de la metanoia que sí se ha presentado en mi vida y desde la cual oriento el significado de mi existencia y las apuestas de mi día a día.
           Así, puedo moverme entre la tensión de la esponaneidad de los momentos claves que suceden en la vida y en la atención a los detalles que me permiten que la apuesta de mi vida sea semilla de mostaza que, seguramente para mí y para muchos será un árbol donde disfrutar lo humano.

Texto publicado originalmente en la columna Apuntes en el camino, del periódico Pax, el 11 de marzo de 2015. Reelaborado el 24 de marzo de 2022

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