Caminar, vivir, compartir...

Durante años viajeros han apuntado en libretas sus vivencias, hallazgos, descubrimientos, curiosidades... Esta es una de ellas, con los apuntes al vuelo de este viajar por la vida . Estas notas brotan de lo que va pasando por mente y corazón en el auto, en la charla, al leer o mirar multimedia. Y se convierten en un espacio de convergencia entre los amigos, quienes también aquí pueden compartir los apuntes que van haciendo de su caminar por la vida.

sábado, 18 de noviembre de 2023

Porque no cabemos todos... y sí podríamos caber

 José Rafael de Regil Vélez. Si quieres conocer más del autor, haz click aquí

Fue en 1995, justo cuando se cumplían los cincuenta años de la creación de la actual Organización de las Naciones Unidas y se celebraba el Año Internacional de la Tolerancia.

En la 28 Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) los países miembros emitieron una declaración; de la cual tal vez no se hable mucho en la cotidianidad, pero que sigue teniendo un valor importante como punto de referencia para las acciones que realizamos en nuestros círculos cercanos y también en las que se desprenden de nuestra condición de ciudadanos de nuestro lugar, nuestra región e incluso del mundo, si esta última acepción tiene legítima cabida en nuestra cultura. Se trata de la Declaración de Principios sobre la Tolerancia.

La vida con los demás, en cualquiera de sus modalidades y alcances, se vuelve inviable si no cabemos en nuestro pequeño o gran mundo: las familias quedan lastimadas con la exclusión de sus miembros; los grupos sociales se vician y corren el riesgo de quedarse anquilosados o incluso desaparecer cuando solo unos pocos pueden interactuar en ellos.

Tareas tan cotidianas como la educación o la convivencia en el trabajo se dificultan sobre manera y con saldos muy desventajosos en términos socioemocionales, productivos e incluso económicos cuando suceden en la intolerancia.

Por ello viene bien recordar que la base de toda convivencia, de todo encuentro, supone un subsuelo, o un suelo de tolerancia, base de toda acción conjunta que pueda procurar de alguna manera el bien común. 

Ser tolerantes es ir más allá de la indulgencia o de la indiferencia, como señala la página del Día Internacional de la Tolerancia, publicada por la Unesco. En ella misma se invita a entender la tolerancia "no solo como un deber moral, sino como un requerimiento político y legal para los individuos, los grupos y los estados".

Para sumarme a esta conmemoración, en este apunte comparto lo que la Declaración señala que significa la tolerancia (artículo 1):

  • 1.1 La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad, de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz. 
  • 1.2. Tolerancia no es lo mismo que concesión, condescendencia o indulgencia. Ante todo, la tolerancia es una actitud activa de reconocimiento de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los demás, en ningún caso puede utilizarse para justificar el quebrantamiento de estos valores fundamentales. La tolerancia han de practicarla los individuos, los grupos y los Estados. 
  • 1.3. La tolerancia es la responsabilidad que sustenta los derechos humanos, el pluralismo (comprendiendo el pluralismo cultural), la democracia y el Estado de Derecho. Supone el rechazo del dogmatismo y del absolutismo y afirma las normas establecidas por los instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos. 
  • 1.4. Conforme al respeto de los derechos humanos, practicar la tolerancia no significa tolerar la injusticia social ni renunciar a las convicciones personales o atemperarlas, 'significa que toda persona es libre de adherirse a sus propias convicciones y acepta que los demás se adhieran a las suyas, significa aceptar el hecho de que los seres humanos, naturalmente caracterizados por la diversidad de su aspecto, su situación, su forma de expresarse, su comportamiento y sus valores, tienen derecho a vivir en paz y a ser como son. También significa que uno no ha de imponer sus opiniones a los demás. 


En posteriores apuntes podré comentar algunas ideas más de cómo en el 2023 la tolerancia nos sigue desafiando, los caminos que podríamos seguir para construirnos personas y grupos tolerantes... Porque en lo cercano y lo lejano, en lo inmediato y lo mediato no cabemos todos... pero en realidad sí podríamos caber y supone, en todos nosotros, proactividad, capacidad dialógica, actitudes compasivas y empáticas, propuestas en las que sea posible que los más logremos meter el hombro para empujar que este mundo sea un lugar con espacios humanizantes para vivir humanamente.


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